COMUNICADO DEL ATENEO REPUBLICANO DE ZARAGOZA EN RELACIÓN AL VALLE DE LOS CAÍDOS
EL ATENEO Y EL VALLE
El uno de abril de 1959, el general golpista que había terminado con el gobierno democrático de la II República inauguraba el monumento a la guerra civil denominado Valle de los Caídos. Fue construido en parte por prisioneros políticos republicanos durante casi veinte años. Unos meses antes de la inauguración Franco ordenó a los municipios de toda España enviar restos de fosas comunes para mejorar el tamaño y la grandeza del Valle. En total, 33847 cuerpos fueron trasladados, en gran parte en secreto y sin el conocimiento o el consentimiento de familiares. Entre ellos se encontraban los hermanos Lapeña de Calatayud.
Al fallecer el dictador, su sucesor, designado por él, Juan Carlos I (hoy rey emérito) junto con el gobierno franquista decidieron que el General fallecido fuera inhumado en el Valle junto a la tumba de Primo de Rivera, fundador del primer partido fascista español y colaborador del golpe de estado del 18 de julio de 1936.
Su gestión corresponde a Patrimonio Nacional, aunque en la basílica, lugar central del conjunto monumental, eso no está tan claro. Está amparada por los Acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede de 1979, lo cual da el control de la misma a los religiosos.
Tras la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica, se comenzó a plantear por parte de algunas familias de los represaliados, en concreto la de los hermanos Lapeña, fusilados en Calatayud en 1936, solicitar la exhumación para proceder a realizar un entierro digno, estando ya muy próximo el día de su exhumación.
El Valle de los Caídos es un lugar de inaceptable exaltación del fascismo, un conjunto monumental levantado en otra época, sin precedente de supervivencia (en su estado y propósito original) en la Europa de 2018 al que, casi 60 años después de su inauguración y tras 40 años de democracia deben llegar vientos de cambio. Ha llegado el momento de exhumar los cadáveres de Franco y Primo de Rivera, sacándolos del Valle y entregándoselos a sus familias para que hagan lo que quieran con ellos.
Desde el Ateneo Republicano de Zaragoza apoyamos a todos los partidos, movimientos sociales y asociaciones que llevan tiempo luchando por conseguirlo y pedimos al nuevo Gobierno que lleve a cabo, a la mayor brevedad posible lo expuesto por sus representantes en los últimos días.